Precalienta el horno a 375º.
Combina el queso y el comino en un bol. Corta la masa y forma pequeños bollitos, luego estíralos formando palitos.
Espolvorea los palitos con el queso y el comino y presiona levemente para que se adhiera bien. Coloca los palitos en una placa de horno previamente con spray.
Lleva al horno por unos 13 minutos o hasta que estén levemente dorados. Retira y si te resistes deja enfriar.