Poner una olla antiadherente con agua y sal a hervir.
Pelamos las patatas, las lavamos, y cortamos en láminas de medio cm. de grosor aproximadamente.
Las reservamos.
Lavar el arroz, y echarlo a la olla cuando empiece a hervir el agua.
Remover, y contar 5 minutos desde que arranca a hervir de nuevo.
Hay que tener preparado un paño húmedo para envolver con el la tapa de la olla.
Las siguientes operaciones se deben realizar en el menor espacio de tiempo posible para que el plato quede bien: Escurrir el arroz, echar un chorro generoso de aceite de oliva en la misma olla que cubra bien todo el fondo, y tapar el fondo con las patatas de antes.
A continuación echamos el arroz sobre las patatas intentando que quede suelto.
Se tapa la olla con su tapa envuelta en el paño, y la ponemos a fuego lento de 20 a 30 minutos.
Apagamos el fuego, destapamos y ponemos la mantequilla pinchada en un tenedor y la "paseamos" sobre el arroz hasta que se derrita.
En una tacita ponemos el azafrán disuelto en un poco de agua con una cucharada sopera de arroz que servirá para adornar el plato.
Calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén, apagamos el fuego y echamos las grosellas sin dejar de mover la sartén para que no se quemen, y rápidamente las vertimos sobre el arroz.
Le dan un toquecito ácido estupendo. Se sirve el arroz con las grosellas, encima un montoncito del arroz con azafrán, y al lado las patatas del fondo que deben haber quedado crujientes por un lado y cocidas por el otro.
Este plato se puede comer solo, o como acompañamiento de cualquier tipo de carne con salsa, brochetas.