Lavar los tomates, sumergirlos unos minutos en agua hirviendo, pelarlos y quitarles las semillas y la parte dura del centro. Cortarlos en rodajas e ir colocándolos en un recipiente enlozado de esta forma.
Una capa de tomates y una capa de azúcar y así continuar hasta terminar. Dejar hasta el día siguiente y colocar en una cacerola que se llevará a cocinar sobre fuego lento agregándole el clavo de olor.
Revolver de tanto en tanto hasta que el dulce esté a punto.
Agregar el jugo de limón.
Este dulce se puede hacer también en dos etapas dejándolo descansar de un día para otro.
Para saber si el dulce está a punto colocar un poco sobre un plato chico, llevarlo a la heladera hasta enfriar y si tiene una consistencia espesa y no se corre es señal de que está pronto.
Envasar el dulce en caliente en envases de vidrio bien limpios y secos.
Dejar enfriar bien antes de taparlos.