Pele el zapallo (o calabaza, si le gusta mas) y quítele las semillas y los filamentos internos. Córtelo en cubos de igual tamaño (alrededor de 5x5cm y péselos).
Imagine que pesan 2 Kg. Reserve y pese igual cantidad de azúcar, en este caso 2 Kg.
Coloque en un recipiente grande de lata abundante agua fría. Eche en el agua la cal viva y deje que se disuelva mientras el agua hierve a borbotones. Cuando deje de hervir, eche el zapallo con cuidado para evitar salpicaduras.
Espere a que el agua de la cal se enfríe bien.
Escurra los trozos de zapallo y enjuáguelos muy bien bajo el chorro de la canilla. Póngalos en un bol y reserve.
Ponga en una cacerola grande el azúcar que medimos y agrégueles su equivalente en agua. Es decir: para 2 Kg. de azúcar, 2 litros de agua. Únale 1 chaucha de vainilla o, en su reemplazo, 3 clavitos de olor. Y haga hervir sobre fuego fuerte 5 minutos.
Agregue en el almíbar los cubos de zapallo, baje el fuego y deje hervir hasta que el zapallo este traslucido y el almíbar, espeso. No revuelva mas. A lo sumo, de vez en cuando, mueva la olla.
Vuelque en un bol para servir como postre o envase. Dura 6 meses.