Pelar el ananá, quitar el centro y cortar en rodajas. Colocar la pulpa dentro en un frasco junto con el trozo de cáscara, que le dará color, luego bañarlos con el alcohol. Tapar el frasco pero herméticamente para dejar evaporar un poco el alcohol y perder un poco la intensidad. Dejar en maceración durante 20 días en un lugar fresco y seco. Pasado el tiempo, colar y filtrar.
En una cacerolita colocar el azúcar junto con el agua, llevar al fuego durante 5 minutos hasta formar un almíbar liviano. Retirar, dejar enfriar e incorporar al alcohol, mezclando bien el preparado. Colocar dentro de una botella y dejar reposar 10 días antes de comenzar a consumirlo.