Pelar las manzanas, quitarles el centro y cortarlas en cubos. Agregar el jugo de los limones y 1 litro de agua. Llevar al fuego y dejar cocinar hasta que estén bien deshechas, retirar dejar enfriar un poco y luego pasar por la licuadora la pulpa y el jugo.
Poner en una cacerola junto con la fructosa y llevar a fuego suave revolviendo hasta integrar todo. Dejar cocinar hasta lograr el punto, siempre con la cacerola destapada y a fuego más bien bajo, revolviendo para evitar que se pegue.
También se puede preparar en dos o tres etapas, para ello se deja u rato sobre el fuego y luego se apaga, dejándola descansar hasta el otro día, repitiendo al día siguiente la misma operación. Una vez pronta envasar caliente en recipientes bien limpios.
Para conocer su punto colocar un poco de la mermelada sobre un plato, llevarlo a la heladera hasta que enfríe y si al pasar la punta de un cuchillo arrastrando, se forma un surco cuyos lados no se vuelven a unir, es que esta pronto.