1. Estira el hojaldre fino en una superficie espolvoreada con harina y córtalo en círculos de 10 centímetros de diámetro. Pon en el centro un poco de crema pastelera y una frutilla. Unta el borde con huevo batido y dobla las empanadillas, sellándolas con un tenedor o la punta de un cuchillo. 2. Fríelas hasta que se doren. Una vez fritas, sácalas y rebózalas con azúcar y canela en polvo. Prepara un puré mezclando las frutillas limpias y troceadas con la nata, la leche y el azúcar y batiendo con una batidora.
3. Acompaña este postre con el puré de frutillas y decora con unas hojas de menta y unas frutillas.