- Cortar la mozzarella en rodajas de un centímetro de espesor.
- Cortar los tomates en rodajas parejas de un centímetro de espesor.
- En una fuente o plato de servir, intercalar las rodajas de mozzarella con las rodajas de tomate. Entre los dos ingredientes, poner una hojita de albahaca.
- Rociar con aceite de oliva, sal y pimienta.