Batir las yemas junto con 3/4 taza de azúcar hasta que estén bien espumosas. Agregar el almidón de maiz de a poco mezclando bien hasta incorporar a las yemas.
Luego agregar la leche y llevar al fuego revolviendo siempre hasta que espese y levante el hervor.
Retirar, agregar la vainilla y dejar hasta que enfríe.
Aparte, batir hasta espesar la crema de leche e incorporar a la preparación anterior.
Batir a nieve las claras con una cucharada de azúcar e incorporarle el resto del azúcar en forma de lluvia y seguir batiendo hasta lograr un merengue bien firme.
Volcar la crema sobre el merengue y mezclar suavemente.
Llevar a congelar en un molde preferentemente de aliminio, hasta que estén firmes.
Una vez firmes, retirar y trabajar con un tenedor hasta ablandar la crema y, batir con batidora eléctrica hasta que estén nuevamente espumosos.
Poner en un recipiente tapado y llevar nuevamente al congelador.
Para poder servirlos mejor retirar un rato antes y luego acomodarlos en copas. Se pueden servir solos o bañarlos con una salsa de caramelo.
Variantes. Helado de chocolate. Disolver 1 taza de cocoa en la leche y dejarla sobre el fuego hasta que rompa el hervor.
O poner la leche a hervir y luego volcarla sobre 250 gramos de chocolate cobertura semiamargo.
Helado de dulce de leche. Hervir la leche con 600 gramos de dulce de leche.
Helado de fruta. Agregar a la preparación del helado de crema 2 tazas de fruta licuada.