Gelatina. Poner en una taza 35cc de agua y agregarle la gelatina. Mezclar y dejar unos minutos para que se hidrate.
Luego poner la taza en un baño María suave fuera del fuego hasta que la gelatina se disuelva. Helado. Cortar la pulpa del melón en cubos y colocarlo en el vaso de la licuadora.
Agregarle la leche en polvo, el azúcar, la gelatina disuelta, la leche, la vainilla y el queso philadelphia.
Licuar todo hasta formar una preparación homogénea.
Verter en un recipiente y llevarlo al congelador. Antes que endurezca del todo, retirarlo y batirlo un poco con la batidora.
Volver al congelador y retirarlo un poco antes de servirlo para que quede más cremoso.
Se sirve en copas o cortado en trozos regulares rociándolo con la salsa de limón o bien solo, decorado con hojitas de menta.
Salsa de limón. Poner en una cacerola mediana, el almidón de maíz y disolverlo en un 1/3 de taza de agua.
Agregarle el jugo de limón, el azúcar, la sal y la media taza de agua.
Mezclar bien y llevar a fuego medio, siempre revolviendo hasta que espese.
Dejar sobre el fuego un minuto más y retirar.
Incorporarle la mantequilla mezclando rápidamente.