Cernir la harina junto con la sal y el polvo de hornear y poner en un bol. Agregar la mantequilla e ir incorporándola a la harina.
Agregar las yemas el azúcar y la esencia de vainilla.
Ir uniendo los ingredientes junto con la harina agregándole un poco de agua o leche como para formar una masa de consistencia media.
Unir todo hasta formar un bollo y dejarla descansar en un lugar fresco durante unas horas o hasta que la masa esté fría y bien firme. Esta masa se puede conservar durante varios días en heladera.