Información de interés
Haciendo una pequeña reseña de cada ingrediente.
El azúcar lustre, llamada también pulverizada, cristalizada, glas, impalpable) si es posible emplear aquella que dice en el envase la palabra talco.
Es un azúcar más refinado que el azúcar lustre común.
De no conseguirse éste en particular, utilizar el azúcar lustre común envasado pero de buena calidad y con una marca reconocida en plaza que lo respalde.
Una marca reconocida nos asegura un buen producto mientras que las otras pueden ser más económicas pero contener una proporción mayor de almidón de maíz del que se necesita y al elaborar la masa nos cuesta que tome la consistencia necesaria para poder trabajarla.
El CMC es un polvo blanco que se consigue en cualquier negocio de venta de artículos de repostería. Ayuda a mantener la masa equilibrada en su humedad y maleable sin que se resquebraje actuando como estabilizante.
Glucosa. Se presenta en forma de pasta y es como una miel transparente, sin olor, ni sabor. Se emplea mucho en repostería para dar elasticidad a la masa. Se compra también en negocios de venta de artículos de repostería y en farmacias o droguerías, durando muchos meses.
Es fundamental, cuando preparamos pasta para modelar y a su vez queremos utilizarla en el momento, que el clima no esté con un alto índice de humedad.
Bien sabemos que la humedad es el enemigo del azúcar. Por lo tanto, al trabajar con mucha humedad corremos el riesgo que las piezas no solo no se sequen sino que se deformen. Para quien tenga la posibilidad y el privilegio de tener aire acondicionado en la habitación que está trabajando este problema no existirá.
PREPARACION
Poner en una cacerola chica las 4 cucharadas de agua y la glucosa.
Llevar a fuego bien suave y siempre revolviendo hasta disolver la glucosa.
El agua no debe llegar a estar muy caliente con que esté tibia alcanza para disolver la glucosa.
Retirar enseguida del fuego.
Aparte, cernir 3 veces el azúcar impalpable con el CMC, esto es importante para que no tenga ningún grumo y el azúcar esté bien aireado.
Incorporar la mitad del azúcar al líquido y mezclar.
El resto del azúcar volcarlo sobre la mesada, formar un hoyo en el centro y agregar la pasta a medio hacer de glucosa y agua.
Ir uniendo el azúcar con los otros ingredientes de a poco hasta formar una masa homogénea.
Amasarla hasta que tome consistencia maleable y que no se pegue.
Agregándole algo más de azúcar para trabajarla.
Una vez que la masa no se pega se coloca en una bolsa de nailon y se guarda envuelta en un frasco de vidrio. Se va sacando trozos de la misma a medida que se va necesitando.
Se puede guardar en la parte baja de la heladera unos cuantos días pero no demasiado ya que fermenta con facilidad.
Para utilizarla se retira un rato antes para que tome temperatura ambiente y se amasa nuevamente un poco hasta lograr obtener la textura necesaria para poder modelar con ella.
Secado de la masa. Una vez terminada la pieza se apoya sobre una plancha de tergopol espolvoreada con abundante almidón de maíz y se deja al aire para que se seque. El tiempo de secado dependerá del clima. Más seco el ambiente menor tiempo de secado.
No se cubre con nada ni se guarda. Se deja expuesta para un secado mejor y más rápido.
Para colorear. Se toma un trozo de masa y se le agrega apenas un toque de color en pasta (el mismo que se utiliza en repostería) pero apenas un toque para ir probando si es el color que queremos. Los colores toman mucha intensidad rápidamente y más cuando la pieza se seca por lo tanto conviene empezar por poco y luego ir agregándole tomando en cuenta estos detalles.
Para que el tono quede parejo se amasa continuamente hasta que el color se distribuye en forma pareja quedando bien uniforme.
De acuerdo al tamaño de la pieza y del clima puede durar desde horas hasta 3 días en secarse.
Si a su vez queremos acentuar con color alguna zona de la pieza se puede pintar con los colores en pasta y un pincel fino, pero recién al tercer día de realizado.
Esta masa es muy maleable y se puede estirar logrando un espesor muy fino adecuado para vestidos o manteles o cortinados, pero hay que tener presente que debemos tomar práctica para realizar la piezas. Lo mejor es empezar con las más simples para tomar movilidad en las manos que en un principio se van a mover torpemente hasta que adquieran práctica.
Cuando tomamos un trozo para formar una pieza y ésta se nos pega se pega en las manos o en la mesada nos ayudamos con algo de almidón de maíz, de esta forma podremos trabajarla con más comodidad.
Las piezas una vez terminadas se apoyan en una plancha de telgopor espolvoreado con abundante almidón de maíz y se dejan secar allí.