PREPARACIÓN Primero pasar el coco rallado por el procesador o licuadora. El coco debe estar bien molido para trabajarlo con la manga rizada. Poner en una cacerola las yemas, los huevos, el azúcar y la miel. Llevar a un fuego medio y batir o revolver continuamente con batidor de alambre y a mano para que la preparación no se pegue. Continuar así hasta que se vean las primeras burbujitas en los bordes. No debe hervir. Se retira enseguida. La preparación queda bien líquida. Se continua mezclando y se le agrega la manteca y la vainilla. Se agrega el coco de a poco mientras se va mezclando. Se sigue agregando hasta que quede bien consistente y se vea el fondo al revolver. Se enmanteca una placa de horno. Se pone parte de la preparación en un manga con un puntero rizado bien grande ( en este caso se utilizó el puntero 825 ). Se apoya en puntero sobre la placa se aprieta la manga y se levanta. En este caso se empleó este sistema para que salieran los coquitos no demasiado grandes. Otra opción es hacerlos más elevados, en ese caso la cantidad es menor. Dejarlos que se oreen de un día para otro. Al día siguiente llevarlos a un horno fuerte y con calor de arriba para que las puntas se oscurezcan. Solo unos minutos. Es para darles ese toque personal que ellos tienen. Una vez fríos se pincelan con jalea caliente y de decoran con trozos de cerezas de ambos colores. Se ponen en pirotines. |