Lavamos bien las frutillas y les quitamos el cabo.
Las escurrimos bien y colocamos en un bol junto con cuarta taza de azúcar y el jugo de limón. Mezclamos y dejamos macerar durante una hora.
Aparte preparamos un sambayón o sabayón poniendo las yemas en una cacerola, le añadimos el azúcar restante y removemos con una cuchara hasta que quede bien cremoso.
Agregamos de a poco ocho cucharadas de vino marsala.
Ponemos la cacerola a baño María y sin dejar de revolver dejamos el sambayón en el fuego hasta que quede bien esponjoso y a punto de hervor.
Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Un rato antes de servir el postre batimos la crema de leche junto con el azúcar impalpable hasta espesar.
Vertemos la crema en una manga con boquilla rizada.
En el fondo de cada copa ponemos un poco de sambayón y una rodaja de ananá bien escurrida y cortada en trocitos.
Sobre la rodaja ponemos la crema batida en forma de pirámide y sobre ésta se colocan las frutillas y se espolvorea con las nueces picadas.
Servimos este postre enseguida o lo llevamos a la heladera hasta el momento de servir.