Se pone el azúcar en una cacerola chica y se le agrega el agua.
Se lleva al fuego y se deja sin revolver hasta que los bordes comiencen a oscurecerse.
Se toma la cacerola y se hace girar para que se vaya mezclando parejo el caramelo.
Cuando notamos que adquirió el color deseado, se retira y se vuelca enseguida en una flanera. Aparte, se ponen en un bol los huevos y con un batidor de mano se baten un poco y luego se agregan las tres leches. Se vuelve a mezclar y se agrega la vainilla.
Se vierte esta preparación sobre el caramelo ya frío.
Se cocina a Baño María colocando el agua caliente. Se lleva a un horno moderado 180º durante 50 minutos o cuando al introducir un palillo en el centro éste sale húmedo pero sin nada adherido.
Se retira y se deja enfriar a temperatura ambiente. Luego se coloca en el refrigerador y se deja hasta el día siguiente. Se pasa apenas sobre el calor de la llama y se desmolda.
Siguiendo estos pasos podrán disfrutar de un flan hermoso sin que se deforme.