- Pelar los duraznos y cortar en gajos. Colocarlos en una fuente que pueda ir al horno y a la mesa. Rociar con el limón y la fécula y revolver con una cuchara. - Colocar en horno moderado/fuerte y cocinar diez minutos, hasta que el jugo burbujee.
- Mientras tanto, mezclar en un bol la harina, el azúcar, la sal y el polvo de hornear. Colocar la manteca y con dos cuchillos o la punta de los dedos formar una arena gruesa.
- Agregar el agua hirviendo y revolver rápidamente, hasta formar una masa lisa.
- Sacar la fuente del horno y colocar la masa por cucharadas sobre la fruta. No es necesario esmerarse en la prolijidad, al cocinarse, crecerá.
- Cocinar media hora más o hasta que la cubierta esté dorada.
- El pastel queda mucho mejor si se lo prepara de un día para el otro.