- Lavar y pelar las peras
- Cortarlas al medio y luego en gajos descartando el centro con las semillas y los cabos.
- Pelar el queso, cortarlo primero en fetas de ½ cm. Y luego en triángulos del tamaño de dos bocados.
- Acomodar los trozos de pera y los de queso decorativamente en una fuente.
- Se puede conservar un par de horas (no mucho más porque las peras se oxidarán y el queso se secará) en la heladera cubiertos con papel film.