Primero paso.
Es importante que esta masa no tenga grumos y para ello se debe tamizar bien la harina.
Se pone sobre la mesada en forma de volcán y se hace un hoyo en el centro. Segundo paso.
Se pone en el hoyo, un huevo, agua tibia y una pizca de sal.
Emplear agua tibia y sal es importante ya que nos ayudará a la hora de estirarla.
Armar rápidamente la masa para que no se formen grumos.
Tercer paso.
Se trabaja con las medidas exactas tratando de no agregar ni agua ni harina.
Con ayuda de una espátula ancha se van integrando los ingredientes hasta formar un bollo.
Al principio cuesta y parece que no se va formar pero hay que continuar insistiendo hasta que la masa vaya tomando fuerza y se acomode tomando la textura necesaria.
Punto de textura de la masa.
Se debe lograr una masa que no se pegue ni en las manos ni en la mesada y de textura lisa.
Cuarto paso.
Una vez logrado este punto se continúa amasándola hasta lograr quebrar el gluten que es lo que permite poder estirarla.
Quinto paso. En este paso lo que se hace es abrir la masa e incorporarle la materia grasa que puede ser manteca, grasa de cerdo, mantequilla o bien aceite.
Cuando empleamos aceite este se incorpora desde el comienzo de la masa.
Sexto paso.
Una vez incorporada la materia grasa al mirar la masa nos crea dudas sobre si podremos unirla o no, ya que se asemeja más a un lodasal que a una masa.
Por qué integrar la materia grasa al final y llegar a esta preparación que parece que no se va a poder unir.
Esto se hace porque se tiene que desarrollar el gluten.
El gluten es una proteína insoluble que tienen las harinas y que se desarrolla por hidratación y por trabajo.
Si se incorpora la materia grasa en su comienzo lo que puede ocurrir es que la calidad del gluten que se desarrolle no sea el mejor.
¿Cómo hacemos para unir todo esto?
Trabajando la masa. Y la masa se trabaja tirándola sobre la mesada y golpeándola varias veces mientras se alterna con el amasado hasta que la manteca comience a unirse a la harina y a los demás ingredientes y se forme un bollo.
Este proceso puede demorar entre 10 y 15 minutos dependiendo de la práctica y la fuerza que tengamos para lograrla.
Pero recuerden que una buena masa solo se logra con el trabajo que hagamos en ella y no agregándole harina porque el resultado final no va a ser el mismo.
Séptimo paso.
Una vez formada la masa, continuar con el amasado estirando y replegando para que el gluten se vaya unificando y nos permita un buen estirado.
Octavo paso.
Una vez logrado el paso anterior se forma una bollo con la masa.
Se pone sobre papel film pintado con manteca clarificada y se pinta toda la superficie de la masa para mantenerla humectada y se pueda estirar bien.
Se envuelve y se guarda en un lugar tibio ( puede ser sobre las hornallas de la cocina si el horno está prendido ).
O bien, poner en un recipiente a baño María con el fuego apagado.
Dejarla descansar de 30 a 60 minutos, esto es fundamental para poder estirarla.
Noveno paso.
Detalles importantes antes de estirar la masa.
Quitarse de las manos y brazos todo implemento que pueda provocar que la masa se enganche y se abra.
Elegir un lugar cálido y sin corrientes de aire que puedan hacer secar la masa rápidamente.
Cubrir la mesada con un mantel y espolvorearlo con harina para que la masa no se pegue.
Décimo paso.
Estirado de la masa.
Se estira la masa con las manos y de a dos personas.
La masa está cubierta de materia grasa.
La dejamos así y solo vamos a poner un poco de harina en aquellos lados donde vamos a tocar la masa para estirarla.
Se va estirando de a poco, siempre tomándola entre las manos y haciéndola girar con movimientos lentos y suaves.
Una vez que la masa está bastante estirada la apoyamos con cuidado sobre el mantel enharinado para trabajar más cómodos.
Luego vamos estirando desde los bordes con mucho cuidado siempre con los dedos hacia abajo para no agujerear la masa.
Continuar el estirado hasta lograr un tamaño considerable y de un espesor tan fino que podemos leer a través de ella.
Se puede romper y si esto sucede se levanta un poco la masa en ese lugar y se apoya en la otra parte para tapar el agujero.
Si el agujero es muy grande se puede aprovechar un pedazo de masa de los bordes cortándola y tapando con ella el agujero.
Una vez terminado el estirado se deja orear un poco antes de rellenar.
Cortar en trozos el dulce de membrillo, ponerlo en una cacerolita con una cucharada de agua.
Llevar a fuego suave hasta disolver.
Retirar y agregar el jugo de limón y la ralladura, la canela, las galletitas molidas, la manteca, el azúcar y las almendras trituradas.
Revolver bien hasta lograr una pasta húmeda, si fuera necesario, agregar un poco más de manteca.
Masa. Estirar la masa bien fina, primero con el palote y luego con las manos.
Pintar toda la masa con manteca derretida y extender el relleno procurando dejar libre los bordes, hasta 3cm.
Arrollar con la ayuda del repasador y poner sobre placa enmantecada. Llevar a cocinar a un horno moderado durante 30 minutos.
Unos minutos antes de retirar del horno, pintar la superficie con yema de huevo y una cucharada de agua y espolvorear con azúcar.