Masa. Poner en el vaso del procesador, la harina, el polvo de hornear, la sal, la manteca cortada en trozos, el huevo y el azúcar.
Procesar un poco e incorporar el licor. Volver a procesar hasta que los ingredientes se unan formando una masa.
Llevar el vaso del procesador a la heladera y dejarlo hasta que la masa esté bien firme y fría. Una vez que la masa descansó se retira de la heladera y se vuelca sobre la mesa ligeramente enharinada.
Y rápidamente se termina de armar ayudándose con algo de harina.
El procedimiento tanto del armado como del estirado de la masa se realiza lo más rápido posible.
La razón es que la masa no pierda temperatura y a su vez no pierda textura.
Con ayuda de un palote se estira lo necesario como para cubrir una tartera de 22cm. de diámetro.
La tartera no es necesario enmantecarla.
Una vez estirada la masa, al ser muy tierna lo que conviene es doblarla suavemente sin apretarla.
Con ayuda de una espátula ancha se traslada a la tartera.
Se desdobla y se acomoda ajustando la masa a los bordes.
Mientras se prepara el relleno se pone la tartera en el congelador.
Relleno. Se pone en un bol el dulce de leche y el coco rallado mezclándolo bien.
Aparte se mezclan los huevos y se incorporan junto con la vainilla.
Una vez todo mezclado se vuelca sobre la masa y se lleva a cocinar en un horno moderado de 170º a 180º para que se cocine pareja sin apresurarla.
Aproximadamente 25 a 30 minutos o hasta que esté cocida y dorada.